Partiendo de que las teorías son
premisas que intentan interpretar y predecir la ocurrencia de fenómenos, y que
se sustentan en estudios realizados a través del método científico y se
comprueban mediante su puesta consecutiva en práctica; considero, por
inferencia, que una teoría educativa se relaciona con
concepciones acerca de la gestión que produce exitosamente el proceso de
enseñanza-aprendizaje, comprobándose a través de la práctica social en
diferentes contextos, cuyo fin consiste en formar sujetos que se desempeñen óptimamente
en diferentes disciplinas.
Por otro lado, la Pedagogía es
la ciencia que estudia los eventos y las variables de índole bio+psico+social
que gestionan el proceso de enseñanza, centrándose en la formación y desarrollo
de las potencialidades de los educandos.
Ahora bien, hablar de las teorías
pedagógicas implica hacer alusión a las consideraciones que
existen sobre distintas formas para administrar la enseñanza, en función de
estimular a los individuos para que se produzca el aprendizaje. Son herramientas
que disponen los docentes para lograr que su práctica educativa sea consciente,
inteligente, consustanciada y efectiva, por lo cual los profesores deben
estudiarlas, conocerlas, aplicarlas y discutirlas entre colegas, para
apropiarse de las mismas de forma individual y colectiva.
En mi práctica docente suelo aplicar
la teoría constructivista, dado que el desempeño y ejecución de la misma ofrece
resultados en la memoria a largo plazo, porque se circunscribe a la
construcción de significados al recurrir a los conocimientos previos, zona de
desarrollo próximo, aprendizaje significativo y sociabilización de
conocimientos. En este plano, los aprendices son sujetos activos de su propio
conocimiento, lo que promueve la formación de un individuo investigador capaz
de solucionar por su cuenta y en forma colaborativa las problemáticas que se le
presenten.
La teoría constructivista me ha dado
excelentes resultados, ya que el estudiante se apropia de su proceso de
aprendizaje, ya que estimula y activa la motivación en el educando al
considerar sus conocimientos y habilidades previas, su ritmo de aprendizaje,
relacionando la teoría con la práctica, lo que conduce a la captación de su
atención y retención cognitiva. Para tales efectos, el docente actúa como facilitador, que estimula las
estructuras mentales de los educandos para que aprendan a construir sus propios
significados, involucrándolos en experiencias interactivas, aplicando
ejercicios, practicas, simulaciones y otras estrategias que guarden
semejanza con el entorno real.
Sin embargo, la teoría a aplicar
depende de la situación de aprendizaje y de las competencias a alcanzar. Por
eso es tan importante conocer las distintas teorías educativas, para aplicar la
que más convenga de acuerdo a las circunstancias propias del aprendiz y de
aquellas en la cual este inmerso. En consecuencia, y de acuerdo al contexto y a la madurez cognitivo+personal del
aprendiz, pudiera confrontarlo y aplicar otra teoría educativa, dependiendo de
los resultados formativos a alcanzar.